Acude al despacho una persona preocupada sobre qué ocurrirá con su mascota ante la ruptura de la pareja con la que convivía, caso de creciente  planteamiento ante los Tribunales de Justicia en caso de divorcios, separaciones y crisis de pareja.

  Por proposición del Grupo Popular, el  14 de febrero de 2017 el pleno de Congreso de los Diputados aprobó por unanimidad instar al Gobierno a modificar el Código Civil para que los animales dejen de ser considerados cosas en propiedad y se eleve su estatus jurídico a "seres sintientes" y adaptar por tanto el régimen jurídico de los animales domésticos al sentir colectivo.

  Pese a ello, dicha reforma no se ha promulgado y nuestro Código Civil mantiene el dictado del Siglo XIX en que fue redactado, considerando a todos los animales domésticos como simples “bienes muebles” o “semovientes”.

 Ello en contra de las normas internacionales y algunas autonómicas,  que consideran a las mascotas como una categoría de bienes jurídicos “sintientes” o “seres vivos dotados de sensibilidad “, considerándolos como inevitable objeto de propiedad privada pero que ha de ser modulada respetando tal cualidad sensible y afectiva para y con el ser humano,  y evitando su maltrato o abandono.

  En tanto dicha propuesta de modificación legislativa no se promulgue y pase a ser ley, seguiremos sometidos a diferentes posturas de los Tribunales de Justicia, más o menos abiertas en cada caso a recoger en sus resoluciones dicha cualidad sensible de los animales.

Alejandro Toribio Abogado

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