El procedimiento para dividir una herencia consta de cinco fases: el inventario, el avalúo, la liquidación, la formación de lotes, y la adjudicación de estos lotes.

Mediante el inventario se concretan los bienes hereditarios, incluyendo los frutos y rentas (por ejemplo intereses de productos bancarios e inversiones, rentas de alquiler, etc), y deudas pendientes.

Mediante el avalúo se fija el valor de los bienes hereditarios en el momento de la partición y al precio de mercado. Si los herederos no llegan a acuerdo sobre dicho valor, lo normal es recurrir a tasaciones, generalmente para el caso de inmuebles.

La liquidación consiste en pagar las deudas de la herencia para fijar el remanente, la cantidad que queda para repartir entre los herederos.

Para la adjudicación, se hace la llamada formación de lotes. Se trata de agrupar bienes de semejante naturaleza, para que el valor de ellos corresponda con los porcentajes asignados a cada heredero, tratando de preservar la igualdad en la partición.

Todos los anteriores pasos deben llevarse con acuerdo de todos los herederos, pues de lo contrario solo caben las acciones judiciales.

Alejandro Toribio Abogado

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