Para determinar a quien corresponde el uso de la vivienda alquilada tras la ruptura, no es el único criterio que sean uno o los dos miembros de la pareja o matrimonio quienes firmaron el contrato de arrendamiento, sino a quién se le atribuya ese uso en el convenio regulador de mutuo acuerdo o en sentencia, si el asunto ha sido contencioso.

En el caso de existir hijos menores, será la modalidad de guarda y custodia, compartida o exclusiva, y el lugar donde estos hijos vayan a residir lo determinante.

En ausencia de hijos convivientes, prevalecerán los acuerdos de la pareja o matrimonio y en caso de no alcanzarse, el criterio del Juez sobre el interés más necesitado de protección, a pesar de no ser el propietario o arrendatario del piso.

En cualquier caso, en viviendas arrendadas, si el cónyuge no arrendatario es quien permanece en la misma, deberá comunicar su decisión al arrendador (el propietario del inmueble) en el plazo de dos meses desde que se le notificó la resolución judicial.

Alejandro Toribio Abogado

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